viernes, 25 de abril de 2008

What's in a name? Pues mucho, William, pues mucho.

Darling ya es un nombre de mujer en España
Una mujer colombiana y española gana el pulso a Administración y mantiene su nombre y su "dignidad"
Darling Vélez Salazar lleva 33 años siendo Darling Vélez Salazar. Sin embargo, sólo hace unos meses que es española, ya que nació en Colombia. Esta mujer emigró a España y logró la doble nacionalidad, pero estuvo a punto de perder su nombre por el camino. El Registro Civil de Madrid pretendía que lo cambiara por otro "del santoral" si quería regularizar sus papeles. Sin embargo, Darling se negó, peleó y venció: tendrán que inscribirla con su verdadero nombre. Esta resolución judicial, en palabras de Darling (cariño, en inglés), le permitirá mantener no sólo su "identidad real", sino también y más importe, su "dignidad". La legislación española, como bien sabe ahora Darling, permite los nombres extranjeros y también de fantasía. Pero al menos otros 12 inmigrantes no lo sabían y han tenido que elegir otro nombre con el que proseguir sus vidas.
A esta mujer se le había concedido la nacionalidad española pero el juez encargado del Registro Civil Unico de Madrid no le permitió registrarse con su nombre "al no ser admisible en la legislación española", por lo que le aconsejó que se lo cambiara por otro "de un listado que le mostró o por los del santoral", según explica su abogado, Gustavo Fajardo.
"Otra mujer que estaba conmigo haciendo el mismo trámite se lo cambió, pero yo no quise, porque era como renunciar a mi identidad y a mi dignidad y atentaba contra mi integridad como persona", dice la propia Darling, que hoy ha comparecido para mostrar su satisfacción ante los medios, junto a miembros de la organización AESCO (América, España, Solidaridad y Cooperación) que le han acompañado en este proceso. [...]
Nombres abstractos o de fantasía
Tras años y años en los que el franquismo impedía a los españoles llamarse Koldo (Luis en euskera), el criterio aperturista se consagró en 1980, cuando se admitieron "nombres de personajes históricos, mitológicos, legendarios o artísticos, nombres geográficos y, en general nombres abstractos o de fantasía, para cuya interpretación debe tenerse en cuenta la realidad social, cultural y política actual de nuestro país".
Se ha admitido como nombres de fantasía como Mariposa, Brisa Chispa-Mercedes, Muaré, Aiane, Luisalba o Loimar. Asimismo y conforme establece el apartado 3 de la Circular de 2 de julio de 1980: "En principio no pueden considerarse extravagantes, impropios de personas ni subversivos, los nombres que se refieran a valores regidos en la Constitución". Parece que están admitidos vocablos como Libertad, Constitución y otros valores consagrados en la Norma Fundamental.

El País, 25 de abril de 2008

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