jueves, 31 de enero de 2008

Enterrados con su lengua

Cada dos semanas muere el último hablante de un idioma en algún punto de la Tierra.
La semana pasada falleció en Alaska Marie Smith Jones, un mujer de 89 años que fumaba como una chimenea. Con ella, se apagó un idioma. Smith Jones era la última hablante de eyak, una lengua utilizada durante siglos por los aborígenes del sur de Alaska.
Si no falla la estadística, la semana que viene morirá, en algún punto del mundo, otro último hablante. Los lingüistas asumen que en el próximo siglo desaparecerá el 50% de las 6.000 lenguas del planeta, lo que deja un balance de un idioma muerto cada dos semanas.
El fallecimiento de un idioma es proceso muy complejo, pero suele estar relacionado con la acometida de una lengua verdugo -como el inglés, el español o el árabe-, que irrumpe en los hogares tras la llegada de la televisión, un auténtico "gas nervioso cultural", según el lingüista Michael Krauss, que trabajó con Marie Smith Jones para rescatar el eyak. Unos pocos idiomas han acabado con la mayor parte de los 140.000 que han existido en la Tierra. En la actualidad, el 96% de la población mundial habla sólo el 4% de las lenguas.
Fósiles culturales
En el vórtice de esta gran extinción intelectual, los últimos hablantes se han convertido en mitos vivientes. En realidad, como explica el investigador del Instituto de Filología (CSIC) Ignacio Márquez, una lengua no muere con el último emisor, sino con el penúltimo: "La lengua del último hablante es un soliloquio". Puede morir, incluso, con el antepenúltimo. En noviembre del año pasado, dos ancianos mexicanos, los únicos parlantes de una variante del idioma zoque, dejaron de hablarse tras una pelea. Con el berrinche, sucumbió su lengua, desprovista de su principal función: comunicarse.
Es un caso aislado. Los últimos hablantes son conscientes de que son los únicos depositarios de la cultura de su pueblo. Como dice Márquez, "son una bendición, la última oportunidad de escuchar el sonido de una lengua". Muchos lo saben. Como el aborigen australiano Alf Palmer, que recibió a un lingüista japonés con una frase histórica: "Soy la última persona que habla warrungu. Cuando yo muera, la lengua morirá. Te enseñaré todo lo que sé, así que anótalo correctamente".


Muerte y moribundia de las lenguas
La investigadora del CSIC Sofía Torallas Tovar relata la historia de un filólogo español entre los últimos matacos
"Apenas queda en América pueblo indígena que no tenga contacto con los civilizados, con la consiguiente amenaza para el mantenimiento de lenguas y culturas". Así se manifestaba Antonio Tovar (1911-1985) en su Catálogo de las Lenguas de América del Sur, una de las obras de su vasta producción, en la que puso gran ilusión y muchos años de trabajo.
Pero yo quería ahora hablar de una de sus aventuras más apasionantes, de la cual surgió el libro Relatos y Diálogos de los Matacos, publicado en 1981. En él, recogió una experiencia única para un lingüista y filólogo. Y lo digo desde la perspectiva de los que estudiamos lenguas muertas, desprovistos como estamos del laboratorio vivo donde obtener la información necesaria para completar su conocimiento empírico.
Tras su estancia como profesor de lingüística en la Universidad de Tucumán (1958-60), en Argentina, decidió especializar sus esfuerzos hacia el estudio de una comunidad de indios, los matacos, los más antiguos pobladores del Chaco, un desierto del norte de Argentina y Paraguay. Y la elección de esta lengua se debió a que había encontrado un buen informante, Santos Aparicio, bilingüe, hijo de monolingües, pero ya padre de castellanoparlantes.
En sus estancias con los matacos, grabó sus relatos en cintas magnetofónicas, recogió y editó sus leyendas y mitos y, más importante aún, codificó la gramática que inmortalizaba su lengua ante la amenaza de la desaparición.
Así, en una conferencia en el Instituto de España en la década de 1980, decía: "El problema principal de las lenguas nativas americanas es que mientras algunas, como el quechua, son utilizadas por varios millones de hablantes, del orden de seis a ocho millones, hay otras múltiples de ámbito restringido o muy minoritarias que se encuentran en peligro de extinción".
Cuando uno se sumerge en las listas de lenguas en peligro que glosa el Ethnologue, puede pensar que el esfuerzo de "vestirse de explorador" -como le decía a Tovar su mujer- y marchar al Chaco durante semanas con los indios, para insuflar vida a una lengua hoy en situación muy precaria, es como luchar contra las olas.
Sin embargo, ahí queda plasmada la lengua mataca, en los relatos deliciosos del malvado e inmortal creador del mundo, Taqfwaj, que inventó las moscas porque se aburría, que redirigió el curso de las aguas primordiales con unos palos prodigiosos y que resucitaba, no como su lengua, después de cada aventura desafortunada.


«Es urgente una ecología lingüística»
El lingüista inglés David Crystal, autor de La muerte de las lenguas, pide un movimiento social para evitar la extinción de los idiomas
Imagine qué puede ocurrir si el inglés continúa creciendo al ritmo al que lo ha hecho. Quizás llegue un día en que sea la única lengua que pueda aprenderse. Si esto llega a suceder, será el mayor desastre que habrá conocido el planeta en toda su historia". Esto escribía el lingüista David Crystal (Lisburn, Irlanda del Norte, 1941) a comienzos de 1997, en el diario The Guardian.
El autor inglés se ha convertido en un estandarte del multilingüismo. En su libro La muerte de las lenguas (Cambridge, 2001), Crystal da cinco razones para salvar las lenguas. "Porque necesitamos la diversidad y porque las lenguas expresan la identidad, son depositarias de la historia, contribuyen al conocimiento humano y son interesantes por sí mismas", asevera.
¿Cómo llega una lengua a tener un único hablante?
Hay unas 50 ó 60 lenguas en el mundo de las que sólo queda un último hablante, según el catálogo de lenguas Ethnologue . Es un proceso natural, que llega cuando la generación anciana muere y no consigue transmitir su lengua a los jóvenes. Esto es lo que ha pasado con Marie Smith Jones, cuyos hijos sólo aprendieron inglés. Afortunadamente, la documentación sobre la lengua eyak es lo suficientemente abundante como para poder resucitarla, si las generaciones futuras lo desean. Este tipo de procesos de resurrección lingüística ha ocurrido varias veces.
¿Es necesario un movimiento para salvar las lenguas similar al ecologismo?
Una ecología lingüística es tan urgente como la biológica. La diversidad lingüística es un bien básico del ser humano. Cada lengua expresa una visión del mundo y qué significa ser humano, y cada lengua perdida implica la pérdida de una de estas visiones. Los argumentos son exactamente los mismos que aquellos utilizados en el ámbito de la conservación de plantas y animales, salvo que aquí hablamos de diversidad intelectual.
¿Hay lenguas verdugo que están borrando del mapa el resto de las lenguas?
Cualquier lengua dominante es una amenaza potencial para las lenguas minoritarias cercanas. En algunas regiones de África, las lenguas minoritarias están amenazadas por las dominantes, como el suajili o el árabe. El inglés ha sido la lengua más poderosa en algunos lugares, como Australia. En otros, ha sido el español, como en la mayor parte de Suramérica. Pero no me gusta emplear palabras como verdugo, sobre todo cuando hablamos de personas que utilizan estas lenguas para tener una mejor calidad de vida. La gente no escoge la ejecución.

Público, 31 de enero de 2008

martes, 29 de enero de 2008

Daniel Cassany o el genio de la lámpara


"El escritor Plot ro"

Lectura
Plot ro yo pedrí en el catón. Socré un ban cote. El graso estaba cantamente liniendo. No lo drinió. Una Para jocia y un Pari joci estaban plinando a mi endidor. Estaban gribblando atamente. Yo grotí a Pari y a la Para fotnamente. No groffieron nu platión. Na el hini yo no putre licrelo. Yo lindré vala. Possrí fobanamente.

Preguntas

1. ¿Dónde pedrió el escritor Plot ro?
2. ¿Drinió al graso?
3. ¿Quién estaba plinando a su endidor?
4. ¿Estaba gribblando sapamente o atamente?
5. Lindrió o no?

viernes, 25 de enero de 2008

Premio Nebrija para las Academias Academias

Las veinte Academias Americanas de la Lengua han sido galardonadas hoy con el XX Premio Elio Antonio de Nebrija que convoca la Universidad de Salamanca para reconocer la labor desarrollada, tanto por personas como por instituciones extranjeras, en pro del estudio y de la difusión de la lengua y la cultura españolas.
El jurado ha valorado el trabajo desarrollo en los últimos años por estas veinte instituciones "en la elaboración de la vital Ortografía española del año 99, el renovado Diccionario de la Lengua española en el año 2001, o la oportunísima obra el Diccionario panhispánico de dudas del año 2005 y el monumental Diccionario de americanismos, que esta en su última fase".
El Premio Nebrija, al que este año concurrían 13 candidatos, consiste en un diploma acreditativo, una dotación en metálico de 24.000 euros y su entrega tiene lugar durante la inauguración de los Cursos de Verano de Cultura y Lengua Extranjera de la Universidad de Salamanca, en el mes julio.
Las veinte Academias Americanas de la Lengua premiadas son las de Colombia, que es la decana al fundarse en 1871; Ecuador, México, El Salvador, Venezuela, Chile, Perú, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Cuba, Paraguay, Bolivia, Nicaragua, Argentina, Uruguay, Honduras, Puerto Rico y la Norteamericana.
El rector de la Universidad de Salamanca, José Ramón Alonso, ha asegurado que el premio "reconoce el papel crucial que las Academias Americanas de la Lengua han jugado en los últimos años en el posicionamiento del español a nivel mundial, y en el proceso de afianzamiento entre las lenguas claves de la cultura mundial".
La propuesta de las veinte Academias Americanas de la Lengua al Premio Nebrija, fue realizada por el Departamento de Lengua Española de la Universidad de Salamanca, cuyo representante, Luis Santos Río, las ha calificado de "aliadas" en la conservación y promoción del castellano.
Santos Río ha destacado el trabajo que realizan estas Academias, que se puede "comprobar con la sintaxis tan cuidada que tienen las personas de estos países, en comparación con personas de nuestro país, de España, que han tenido posiblemente más acceso o más posibilidades de educación".
El jurado de esta edición del Premio Nebrija ha estado presidido por el rector de la Universidad de Salamanca y entre sus miembros se encontraban Salvador Gutiérrez, en representación de la Real Academia Española; Manuel Fernández Álvarez, de la Real Academia Española de la Historia, así como diversos representantes de las universidades de Granada, Málaga y Salamanca.
José Ramón Alonso ha aprovechado su intervención para reclamar un mayor protagonismo para la figura de Elio Antonio de Nebrija, puesto que "es ciertos aspectos es desconocida, por la importancia que tiene, porque todos estudiamos su gramática pero debería ser considerado como una figura clave de la cultura mundial".
Por ese motivo, la Universidad de Salamanca ha pedido a todos los miembros del jurado, de este año y ediciones anteriores, que realicen propuestas para dar un mayor prestigio y difusión al galardón en el ámbito de la cultura mundial, según ha explicado José Ramón Alonso.
El fallo del jurado ha coincidido con la presentación de la obra "Arte, ideología y originalidad en la obra de Goya", del Premio Nebrija 2007 y catedrático emérito de la Universidad de Londres, Nigel Glendinning, que esta considerado como uno de los mayores expertos mundiales en la obra del pintor Francisco de Goya.

lunes, 21 de enero de 2008

Todo lo que siempre quiso saber sobre la lengua y nunca se atrevió a preguntar

Nace la Wikilengua para resolver dudas sobre el uso del español
Fundéu BBVA y la Universidad Autónoma de Madrid respaldan esta enciclopedia colaborativa dedicada a la lengua española.
La Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) acaba de presentar oficialmente la Wikilengua, una web colaborativa inspirada en la enciclopedia libre Wikipedia, que pretende ayudar a resolver las dudas sobre el uso de la lengua española.
Los contenidos de la Wikilengua se van a construir mediante la participación de autores, traductores, editores, lingüistas, correctores, profesores, estudiantes, periodistas y en general todas las personas interesadas en la lengua, individualmente o como parte de una entidad, que quieran compartir sus conocimientos con cientos de millones de hispanohablantes.
El presidente de Fundéu BBVA y director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, insistió en que esta web "no pretende sustituir a enciclopedia o institución alguna". Sólo quienes tengan intención de editar textos o publicar artículos, relacionados con la ortografía y la gramática del español deberán registrarse en la Wikilengua. Para realizar consultas no será necesario rellenar ningún formulario.
Los responsables de la Wikilengua confían en que los propios usuarios identificarán y depurarán los errores que alguien pueda introducir.
Para facilitar esta tarea, toda entrada en la Wikilengua incluirá la fecha y hora de la última revisión. Además, habrá un equipo de expertos que ejercerán de filtro para garantizar la "pretensión de objetividad" del proyecto.
La Universidad Autónoma de Madrid colaborará, mediante un programa de prácticas de los alumnos, cuya "tarea será la de supervisar e incorporar nuevos términos", aseguró Ángel Gabilondo, rector de la UAM. En este sentido, Gabilondo pidió que el resto de universidades se unan al proyecto.

http://www.wikilengua.org/index.php/Portada

Ya están aquí...

EL LENGUAJE DE LOS SMS LLEGA A LOS DICCIONARIOS
Las abreviaturas copan los teléfonos móviles

¿Kdms asdc? M1m ca y nva. B7s (¿Quedamos al salir de clase? Mándame un mensaje cuanto antes y nos vemos allí. Besitos). Así se comunican los jóvenes españoles a través de mensajes SMS, enviados por el teléfono móvil o por Internet. Es una nueva forma cómoda y rápida, un lenguaje sintético y práctico que cada vez está teniendo más adeptos y que ha llevado a los estudiosos de la lengua a plantearse la necesidad de regular una forma de conversar basada en abreviaturas ajenas a la gramática y la ortografía y aparentemente ininteligibles. La primera en aceptar este cambio en el uso del lenguaje ha sido la edición inglesa del diccionario Collins. Su intención inicial era publicar un diccionario sólo de abreviaturas, pero hace unos meses introdujo en sus páginas algunos de los términos más utilizados. Así aparecen abreviaturas como gr8 (great), b4 (before) o lol (laugh out loud). Para muchos se trató de una iniciativa necesaria e interesante, pero los lingüistas consideran que estos términos son faltas ortográficas graves que no deben ser aceptadas.
En España, la Asociación de Usuarios de Internet (AUI), junto con MSN, Lleida.net, Movistar, Vodafone y Orange, pusieron en marcha el primer diccionario online que recogía los términos más utilizados por los usuarios. Poco después, la editorial Plaza y Janés editó un libro que recogía parte de estas abreviaturas, Mnsjs d txto. Ahora, la Real Academia de la Lengua, dentro de los parámetros dedicados a la ortografía, una nueva gramática y el diccionario en la Red, quiere dar respuesta a todas las personas que escriben en Internet o que utilizan los mensajes SMS para comunicarse y estudia elaborar una tabla de abreviaturas para los SMS. El director de la RAE, Víctor García de la Concha, durante el encuentro Aprendiendo a exportar: contenidos culturales para el mundo, dijo que "la RAE tiene conciencia de que la lengua es del pueblo y es callejera". Esta iniciativa se enmarca en la necesidad de adaptar los conocimientos de la Academia a las nuevas tecnologías.

El País, 21 de enero de 2001

martes, 15 de enero de 2008

En todos los sitios cuecen...

Zara se querella contra todos los Zaras
La textil española impide que empresarios de la localidad turca de Zara pongan a sus negocios el nombre de la población o similares


La empresa textil española Zara ha impedido que empresarios de la localidad de Zara, Turquía, utilicen nombres relacionados con ese lugar para denominar sus propias marcas y negocios, según informa hoy el diario de gran tirada Hürriyet.

Con ese motivo, explica el rotativo, la empresa ha recurrido a querellas judiciales para impedir que los hombres de negocios turcos registrasen sus empresas con nombres parecidos a Zara.
Zara es el nombre de una localidad y su correspondiente distrito en la provincia de Sivas (Anatolia Central), que ha llevado ese nombre desde el período Selyúcida en honor a un influyente granjero armenio de la zona llamada Zaro, que vivió en el siglo XII.
El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Sivas, Osman Yildirim, nació en Zara y cuando fundó la primera fábrica de lentes de contacto en Turquía le puso el nombre de su pueblo natal.
Pero eso le valió una querella de la empresa textil española y el tener que cambiar, hasta dos veces, el nombre de su fábrica.
"Tanto mi socio como yo somos de Zara, así que quisimos llamar a la empresa Zara Lens. Pero la Zara española nos puso obstáculos. Cambiamos el nombre por ZarAccom y nos abrieron un juicio, que perdimos. Ahora usamos el nombre Zar&Accom. Veremos qué pasa", se queja Yildirim en declaraciones al diario Hürriyet.

domingo, 13 de enero de 2008

Vive Ángel González

Hay tres momentos graves, más el cuarto

Hay tres momentos graves en la vida de un hombre,
a saber:
cuando nace,
y cuando pierde el uso de sus seres queridos.

Luego transcurre el tiempo,
y el olvido acontece,
y ya como si nada,
como si casi nada,
nos sentimos vivir en un lugar extraño.

El cuarto es conocido;
lo que pasa es que casi no tiene muebles.

101 + 19 = 120 poemas





sábado, 12 de enero de 2008

¿Existe la literatura universal?



Babelia reabre el debate sobre la existencia de una narrativa global que inauguró Goethe con el término Weltliteratur


El 31 de enero de 1827 Goethe escribió. "[...] Me gusta echar un vistazo a lo que hacen las naciones extranjeras y recomiendo a cualquiera que haga lo mismo. Hoy día la literatura nacional ya no quiere decir gran cosa. Ha llegado la época de la literatura universal y cada cual debe poner algo de su parte para que se acelere su advenimiento. [...]


"La literatura no necesita calificativos. 'Universal', por otra parte, es redundante. Total, que no lo sé", Enrique Vila-Matas
Es un extracto de una conversación entre el autor alemán y su secretario J. P. Eckermann (incluida en Conversaciones con Goethe, Acantilado). Goethe acuñó el término Weltliteratur para, según Martín de Riquer, "indicar una idea de una literatura realmente universal, que implica que todas las literaturas del mundo pueden tener el mismo valor y atractivo". El universo literario no parece discutir la autoría del término: Goethe es el progenitor de la "literatura universal".

Gredos ha reeditado la Historia de la literatura universal de Martín de Riquer y José María Valverde. "Pasen 50 o 100 años la Historia de Riquer y Valverde seguirá siendo valiosa y no perderá del todo su vigencia. Es una foto fija de la literatura realizada por dos grandes autores", explica José Manuel Martos, director de Gredos. En el prólogo, los autores acotan su universo literario: "Este libro pretende ofrecer un claro panorama crítico de las obras que constituyen, simplemente, a toda creación literaria capaz de interesar a un lector de nuestra cultura y tiempo, por encima de barreras nacionales o lingüísticas y de posiciones ideológicas". Es decir, su obra es de una prudente universalidad. "La orientación de los dos tiene el espíritu pedagógico y aspira a idéntica función que la idea de Goethe: ofrecer una biblioteca, suficiente pero nunca completa, a muchos. Quizá ésa sea la mejor definición de literatura universal: una biblioteca para muchos. Así existe todavía en las utilísimas colecciones de fascículos de literatura universal que se venden a buen precio en los quioscos. De allí y de ningún otro lugar, de ese sueño, parcial pero inclusivo, surgen los lectores", asegura Nora Catelli, escritora y profesora de teoría literaria y literatura comparada en la Universidad de Barcelona.

Esta Historia se propone estimular "el apetito de leer" y servir "de mapa en el interminable y maravilloso viaje por la literatura universal". Y Babelia se propone reabrir el debate en torno a la literatura universal. ¿Existe una verdadera literatura universal?

A favor:

"La literatura es, en esencia, universal, como todas las artes. No es que no exista la literatura universal, es que nadie tiene ese conocimiento total, acceso a todas las lenguas y tradiciones que conforman la literatura universal, constantemente cambiante y movediza. Es posible que ni siquiera exista ese interés", Anne-Hélène Suárez Girard.

"Si yo, un bantú que vive en el siglo XXI, vibro con los escritos de Homero, Cervantes, Shakespeare, Dostoievski, Victor Hugo, Ralph Ellison, Chinua Achebe o García Márquez, es porque son historias universales muy bien contadas. Los clásicos del Mundo Antiguo describen, básicamente, el mismo universo que todos sus descendientes: los sentimientos que impulsan al ser humano, llámense amor, odio, ambición, lealtad, traición, bondad o maldad. Sólo que cada época, y cada cultura, lo expresan con rasgos estéticos propios", Donato Ndongo.

"Claro que existe, sí, la literatura universal existe, lo que no existe es la literatura nacional, que es un invento del siglo XIX con fines pedagógicos", Javier Cercas.


En contra:

"No creo en la literatura universal: los libros, los poemas, siempre están escritos desde una posición específica y dirigidos a unos determinados lectores. Esas posturas y lectores pueden ser más o menos poderosos, numerosos, y hoy por ejemplo, asistimos a una literatura escrita para una amplia audiencia de alcance internacional. Pero no podemos ni hablar de literatura universal cuando en África, escribir para el mundo no significa escribir para, por ejemplo, países como Marruecos o Nigeria", Franco Moretti.

"De ninguna manera, nunca debemos hablar de literatura universal. De existir, sería abstracta y sin contenido, a fuerza de querer desprenderse de todo arraigo territorial, de todas sus particularidades. Lo universal es, en realidad, una sublimación de lo particular. Es el caso de los valores del mundo occidental, de autoproclamada validez global, que tienden a generalizarse (universalizarse) en el mundo, o al menos en esos lugares cuyas condiciones económicas y sociales se lo permiten", Édouard Glissant.

"En la actualidad, la idea de literatura universal que sustentó Goethe está muy traicionada, no ha tenido las consecuencias que él quería, no es una piedra angular entre distintos pueblos. Hoy en día el concepto de literatura universal no es una realidad porque se desconocen otras literaturas. El reto de la literatura poscolonial supone desmontar la idea de la literatura universal y deslegitimar su idea unívoca, también existen otras literaturas y hay que dar una visión de ellas. Las literaturas poscoloniales deben hacer de la literatura universal una utopía concreta", Wilfrid Miampika.

Entre ambas posturas, Enrique Vila-Matas: "Existe la literatura universal, pero sospecho que el concepto engloba sólo las literaturas de Occidente: lo que Goethe denominó Weltliteratur o literatura universal. Así que tal vez no existe. Además, la literatura no necesita calificativos. Universal, por otra parte, es redundante. Total, que no lo sé".

En torno a la existencia -o no- de la literatura universal gravita otro concepto, digamos, delicado: el canon. Según Riquer, las obras canónicas deben "tener un interés o un valor aceptados por todo el mundo, por los lectores, por los críticos, y que este interés y este valor se hayan mantenido y perduren a través de los tiempos". Y ninguna época ha escapado a su correspondiente canon. "Lo que ocurre es que el ser humano tiende siempre a acotar y clasificar, a depurar y eliminar aquello que no entiende, para tener la sensación de conocer. Los cánones han parecido necesarios en diversas épocas y culturas, no sólo en la occidental, pero inevitable y lamentablemente imponen un criterio parcial y dejan fuera de la Historia a numerosos autores de valía porque el canon es un espejismo, una fórmula divulgativa para tratar de pactar unos referentes, para dar cierta imagen de una época o para servir a intereses muy alejados de la Literatura como arte. Siempre las grandes potencias económicas tienden a pensar que su propia literatura es la universal. Eso es lo que ha hecho hasta ahora el eje euro-americano", argumenta la sinóloga y traductora Anne-Hélène Suárez Girard. Uno de los ejemplos canonizadores recientes es el polémico El canon occidental (Anagrama), donde Harold Bloom ordenó la anarquía literaria en una selección de 26 autores, desde William Shakespeare hasta Jorge Luis Borges pasando por Emily Dickison y Miguel de Cervantes. "Mimesis, de Eric Auerbach, es un ejemplo insuperable, concebido, a mediados del siglo XX, como repertorio de la sensibilidad literaria europea, desde la Biblia y Homero hasta James Joyce, Marcel Proust y Virginia Woolf. En Mimesis no está todo; pero lo que está permite imaginar o pensar lo que no aparece: eso sugirió uno de sus mejores estudiosos, Edward Said, al mostrar, en Orientalismo, que lo universal casi siempre era sólo occidental. Otro ejemplo es la Historia social de la literatura y el arte de Arnold Hauser; es inclusiva pero parcial, dogmática y a veces torpe, pero brillante, reveladora, insustituible", señala Catelli. Una de las principales críticas de los enemigos de los cánones es su rigidez. "Si me remito a conocimiento de la historia literaria, el canon es extremadamente riguroso. Cada vez leemos menos a autores clásicos, excepcionalmente algunos abandonan las filas del canon, pero apenas ninguno ocupa su lugar", asegura Franco Moretti, profesor de literatura comparada en Stanford. Por su parte, el escritor Tomás Segovia prefiere hablar de dogmas. "Creo que éstos son incluso peor que los cánones. Un canon me parece que nunca podría ser estricto. Es algo vago que el escritor (y el lector) husmean sin poder generalmente definirlo con claridad, de modo que a nadie le corresponde establecerlo. Los dogmas en cambio es bastante visible quiénes los establecen: los que llevan la batuta de la crítica y la moda, los que logran dar más vuelo a sus preferencias o prejuicios, los que destacan por hablar más alto y más autoritariamente que los demás". Éstos, coincide el escritor Félix de Azúa, son el núcleo del problema. "En realidad el problema no es del canon, sino de quienes proponen un canon universal, y suele hacerlo alguien con una vanidad inmensa, como el inepto de Bloom. Los demás no tenemos canon, tenemos simpatías", asegura. Caso que ilustra el mismísimo Vila-Matas: "Yo tengo mi propio canon y, aunque por naturaleza es único e intransferible, hasta me han ofrecido trasladarlo a un libro. Que tenga mi canon personal es consecuencia lógica de mi experiencia de muchos años de lector. El mío es un canon preferentemente voluble, excéntrico y vital. Y si tengo alguna duda, consulto con el profesor Jordi Llovet".

En estos tiempos de world wide web, amazons y kindles es posible asomarse casi a la literatura de cualquier país, sin embargo, el futuro de la literatura universal está teñido de negro. "Vivimos en una sociedad mediática, globalizada y multicultural. La posmodernidad es heterogénea y caótica. Y soy pesimista: los consensos se basarán en correcciones políticas, grupos de presión y criterios ajenos a la calidad literaria tradicional. Si hubiera en el futuro algo parecido a una literatura global va a depender de una suma confusa de todas las limitaciones particulares que acabo de negar: idioma, nación, grupo, raza, género, minoría, continente, etcétera", opina Juan Antonio González Iglesias, poeta y profesor de filología clásica en Salamanca. Suárez Girard comparte su pesimismo. "La traducción ha hecho que las literaturas se influyan, se renueven y enriquezcan, aunque en ese proceso también tiendan en ocasiones a empobrecerse, asemejándose unas a otras y, quizá, a desaparecer. Todo ello forma parte del aspecto dinámico de la literatura universal, cincelado, desmoronado y vuelto a cincelar por las sucesivas generaciones y sus cánones. Para que predomine el lado enriquecedor y renovador sobre el destructor son fundamentales el interés y el respeto hacia el autor; hacia las demás culturas, los estudios de humanidades y el cultivo de la lectura como algo nutritivo y placentero a la vez. Esto que digo son perogrulladas, pero no parece que estén en la onda de los tiempos que corren".

Suplemento Babelia
12-01-2008

viernes, 11 de enero de 2008

POLIGLOTISMO DEL BUENO

No puede ser que este chico no hable español: que nos lo traigan a Comillas, que se lo enseñamos en 15 días...


PRODIGIO

Sebastian Heine, la torre de babel humana
Este alemán de 22 años puede expresarse en 35 idiomas; entre ellos el pastún, un dialecto minoritario de Afganistán

CARLOS ÁLVARO. Especial desde Berlín


El aprendizaje de un idioma, igual que el de un instrumento musical, es mucho más asequible para un niño que para un adulto. Por eso su gesta tiene mucho más mérito: sumar 35 lenguas en su currículo de polígrota voraz es todo un récord al alcance sólo de mentes casi extraterrestres. ¿Su objetivo? Aprender otras dos nuevas cada año.

Esas muescas en su cinturón idiomático hacen de Sebastian Heine una especie de 'monstruo'. Un auténtico prodigio. Su lengua favorita es el pastún. Un idioma hablado en el sur de Afganistán, zonas de Pakistán, Irán y la India. Pero éste es sólo uno de los 35 idiomas en los que puede expresarse. Casualmente entre ellos no están ni el italiano ni el español.

Heine, de 22 años y estudiante de Filología Indogermánica, con «una parodia de barba en su mentón», como bromea él mismo en la edición electrónica de la revista
'Der Spiegel', ha aprendido entre una y dos lenguas al año. A los 15 años ya dominaba el griego, y siete años después la lista corta la respiración: persa antiguo, pahlevi, parachi, yaghnobi, sánscrito, osetio, urdu, hindi, farsi, panjabi, kurdo, latín, uzbeko, arameo, árabe, francés, inglés... Y así hasta casi la cuarentena. Todo comenzó como un juego, leyendo a Homero en griego -idioma que aprendió a partir de los siete años- y descubriendo que esta lengua está muy relacionada con el sánscrito.

Pero Heine aclara: «No, no soy ningún genio». En su lugar, este estudiante de la Universidad de Bonn defiende que el secreto está en no flaquear y sobre todo: «empollar». «Cada día trabajo el vocabulario y repito la gramática», explica.

Evidentemente no tiene tiempo de hacer lo que cualquier otro veinteañero de su universidad: irse de juerga. Tampoco tiene mucha relación con sus camaradas de clase. En su lugar se reúne casi a diario con un grupo de afganos que conoció este año. Con ellos charla y debate sobre muchos asuntos: cultura, religión, la guerra en su país... Por supuesto el idioma vehicular no es el alemán sino el pastún. Una lengua que para él es «algo más», casi un «sentimiento» o «una forma de vida».

Él mismo cuenta que sus amigos afganos no acabaron de creerse que un mozalbete germano les pudiera hablar en pastún, un idioma en el que se expresan 12 millones de personas en el sur del país, siendo el mayoritario el persa, del norte.

Según Sebastián, este es el gran error de la comunidad internacional, ya que todos los programas de ayuda para Afganistán son en persa, «por lo que la mayoría de los habitantes del sur, que hablan pashtún, no se benefician de ellos».

Incluso el Ejército germano se ha interesado por Sebastian Heine y ya le ha contratado para instruir a los 1.500 soldados alemanes desplazados en el norte de país.

Aunque en el futuro sabe que muchas empresas se disputarán sus conocimientos de las lenguas de aquella región del planeta, este estudiante de Frankenberg (estado de Hesse) tiene claro que su futuro está en la enseñanza y en la investigación. A finales de este año partirá a Londres con una beca de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos. ¿Su gran sueño? «Poder viajar a Afganistán y trabajar durante una temporada en la Universidad de Kabul.»

Enmarcada en un escenario de lujo, el que proporciona Oviedo, la sexta edición del Aula Internacional de Periodismo permitió a los periodistas del futuro conocer de cerca a los galardonados. Los representantes del Museo del Holocausto en Jerusalén (Premio a la Concordia) y las víctimas del genocidio nazi fueron los encargados de abrir los ojos a los allí reunidos, siguiendo la estela de otros premiados como el fallecido Ryszard Kapuscinski.

Los participantes valoraron como muy positiva la experiencia, que debe continuar y ampliarse a otros medios de diferentes países. Pero la sensación final fue agridulce. Se echó en falta una mayor interacción entre los participantes y la posibilidad de generar un debate o intercambio de opiniones entre los propios jóvenes y sus compañeros (Premio a la Concordia) y las víctimas del genocidio nazi fueron los encargados de abrir los ojos a los allí reunidos, siguiendo la estela de otros premiados como el fallecido Ryszard Kapuscinski.

Los participantes valoraron como muy positiva la experiencia, que debe continuar y ampliarse a otros medios de diferentes países. Pero la sensación final fue agridulce. Se echó en falta una mayor interacción entre los participantes y la posibilidad de generar un debate o intercambio de opiniones entre los propios jóvenes y sus compañeros de profesión. Porque, como dijo el político británico Harold, «la reflexión calmada y tranquila desenreda todos los nudos».



--------------------------------------------------------------------------------

D.N.I.


Sebastian Heine nació en Bonn (Alemania) en 1985. Este estudiante de Filología Indogermánica empezó a aprender griego a los siete años. Desde entonces ha aprendido entre tres y cuatro lenguas al año. Hoy da lecciones de pastún a los 1.500 soldados alemanes desplazados en Afganistán.

El Mundo, 9 de Enero de 2008, número 504