viernes, 30 de noviembre de 2007

Aventuras de un profe de español en Oxford - Último capítulo

- Echaré de menos tus fantásticos conocimientos etimológicos. Siempre me sorprendían extraordinariamente. Aún recuerdo mi asombro cuando explicaste que la palabra papirotazo venía de papo, por designar un golpe que se daba en la papada del contrario: me quedé boquiabierto. -Se detuvo un instante para observar complacido mi confusión. Chasqueó la lengua contra el paladar y añadió-: La etimología es una ciencia apasionante, lástima que a los estudiantes, pobres muchachos sin discernimiento, se les olvide el noventa y cinco por ciento de las maravillas que nos escuchan, y que nuestros brillantes hallazgos sólo los deslumbren durante unos minutos, más o menos hasta el final de la clase. Pero yo lo recordaré: pa-pa-da, pa-pi-ro-ta-zo -y flexionó un poco una pierna-. Quien lo hubiera dicho, fantástico.
Creo que me sonrojé considerablemante, y, en cuanto pude, corrí a la biblioteca para consultar el diccionario y descubrir que, en efecto, la famosa palabra papirotazo procedía del papo en que antaño se recibía el ignominioso golpe. Me sentí más impostor que nunca, pero también vi mi conciencia tranquilizada en parte, pues juzgué que mis etimologías dementes no eran mucho más disparatadas ni menos verosímiles que las verdaderas. Al menos ésta me parecía casi tan estrafalaria como la improvisada. Y en todo caso, como había señalado el Destripador, este tipo de conocimientos ornamentales duraban pocos minutos, fuesen falsos, auténticos o semiverdades. A veces el saber verdadero resulta indiferente, y entonces puede inventarse.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Cervantes, premio Gelman


Miguel de Cervantes, profesor de secundaria en Alcalá de Henares (Madrid, España), localidad en la que nació hace 70 años, ha ganado el premio Juan Gelman de poesía. El portavoz del jurado, Juan Goytisolo, ha hecho público el fallo hoy a las cuatro de la tarde. Cervantes, que es un gran aficionado al teatro, pero siempre ha negado tener talento para la poesía, ha manifestado su sorpresa al conocer la noticia.


Juan Gelman: Premio Cervantes




La extranjera

La extranjera no sabe
que su sangre es su casa, que
todo pájaro suyo
sólo ahí puede cantar y abrir
alas de su verano y se abalanza,
alcanza, lanza, alza
como una sed de mundo
que no se puede apagar.
El pájaro encendido cuida
los huecos de la pérdida como
joyas perdidas sin remedio.
Canta allí, loco de luz, no renuncia
a mis monstruos, valiente.
La hora de los dioses
junta los pies
de ese camino.



de Oficio Ardiente

Aventuras de un profe de español en Oxford - Capítulo 2

- Papirotazo, en efecto. A este tipo de golpe propinado con el dedo índice se lo llama así porque era de este modo como se golpeaban los papiros hallados en Egipto a comienzos del siglo XIX para probar su resistencia y empezar a determinar su antigüedad.
Y al ver que nadie reaccionaba violentamente ni a nadie se le ocurría argüir que un solo papirotazo habría convertido en confetti cualquier papiro dinástico, sino que los alumnos tomaban nota y el colega inglés -aturdido sin duda por la grosera sonoridad de la palabra y tal vez embriagado por la repentina visión de un Egipto napoleónico- aprobaba mi explicación ("¿lo oyen ustedes? Papirotazo viene de la palabra papiro: pa-pi-ro, pa-pi-ro-ta-zo"), aún encontraba valor para insistir y completar la falsedad con una nota erudita:
- Es por tanto una palabra bastante reciente, que se asimiló a la más antigua capirotazo, como también se llama a ese golpe doloroso y vejatorio -y hacía una pausa para ilustrar el vocablo con un papirotazo al aire-, por ser el mismo que se acostumbraba propinar a los penitentes encapuchados durante las procesiones de Semana Santa, en la punta de sus capuchas o capirotes, para humillarlos.
Y mi colega siempre aprobaba ("¿Lo oyen ustedes? Ca-pi-ro-te, ca-pi-ro-ta-zo"). La delectación con la que algunos de los profesores británicos proferían palabras descabelladas en español no dejaba de conmoverme, y las que más les satisfacían eran las de cuatro o más sílabas. Recuerdo que el Matarife disfrutaba tanto que se olvidaba de la compostura y, levantando una pierna -la blanquísima canilla al descubierto por culpa de unos calcetines demasiado cortos y unos zapatos voraces-, la apoyaba con desenfado y no sin gracia sobre un pupitre vacío y la hacía balancearse al compás de su silabeo eufórico ("Ve-ri-cue-to, ve-ri-cue-to. Mo-fle-tu-do, mo-fle-tu-do"). En realidad hube de suponer, más tarde, que el aplauso de mis colegas a mis etimologías imaginarias era consecuencia de su excelente educación, su sentido de la solidaridad y su sentido de la diversión. En Oxford nadie dice nunca nada a las claras (la franqueza sería la más imperdonable falta, y también la más desconcertante), pero así lo comprendí cuando al despedirme de Dewar el Inquisidor tras mis dos años de estancia allí, me dijo entre otras pomposidades:

continuará...

miércoles, 28 de noviembre de 2007

A colación del texto de Marías

Tras la cerrada ovación que puso término a la sesión plenaria del congreso internacional de lingüítica y afines, la hermosa taquígrafa regogió sus lápices y sus papeles y se dirigó a la salida abiéndose paso entre un centenar de lingüistas, filólogos, eniólogos, críticos estructuralistas y deconstruccionalistas, todos los cuales siguieron su barboso desplazamiento con una admiración rallana en la grosemática.

De pronto, las diversas acuñaciones cerebrales adquirieron vigencia fónica:
-¡Qué sintagma!
-¡Qué polisemia!
-¡Qué significante!
-¡Qué diacronía!
-¡Qué centrar ceterorum!
-¡Qué zungespitze!
-¡Qué morfema!

La hermosa taquígrafa desfiló impertérrita y adusta entre aquella selva de fonémas. Solo se la vió sonreír, alagada y, tal vez, vulnerable, cuando el jóven ordenanza, antes de abrirle la puerta, murmuró casi en su oído: ¡Cosita linda!

"Lingüistas" de Mario Benedetti

Como "haiga" uno de estos en clase...

Gramática en verso

Salud te digo, amigo, abierta mano
te tiendo al comenzar esta jornada.
("-Qué amable-me dirás-, gracias." "-De nada.")
Y en tanto que, fugaz, se va el verano

-sic fugit vita sin remedio, hermano-
te ofrezco una lección apresurada
de una nueva gramática avanzada
que enseñe a ser feliz en castellano.

Gastad todos los verbos transitivos,
usad las conjunciones a barullo,
de palabras de amor haced acopio,

mezclad rayos de sol con adjetivos...
Y que la noche os deje en un arrullo,
prendido al corazón, un nombre propio.


("Saluda Manolus Abbat a los gentiles que aprenden la hispana lingua
en el convento", Libro de buen folgar).

Aventuras de un profe de español en Oxford- Capítulo 1

Nos lo cuenta Jacobo Deza, protagonista de "Todas las almas" y posteriormente de la trilogía "Tu rostro mañana", de Javier Marías.

Los estudiantes sí hacían preguntas, en cambio, en las clases de traducción que les daba en la compañía alternativa de mis colegas ingleses. Los textos que estos últimos elegían para dichas clases (de nombre tan extravagante que de momento prefiero callarlo para no crear un enigma gratuito y ciertamente menor) eran tan rebuscados o costumbristas que con frecuencia tenía que improvisar definiciones espúreas para palabras rancias o herméticas que en mi vida había visto ni oído y que por supuesto los estudiantes no volverían a ver ni oír en las suyas. Palabras presuntuosas y memorables (concebidas sin duda por cabezas enfermas), de entre las que recuerdo con particular entusiasmo praseodimio, jarampero, guadameco y engibacaire (tampoco he logrado olvidar briaga, en un pasaje vinatero de lo más elegante). Aun a riesgo de quedar como un necio ahora que las he traducido al inglés y sé perfectamente lo que significan, confieso que entonces desconocía por completo su existencia. Aún hoy me admiro de su existencia. Mi papel en esas clases era más aventurado que en las conferencias, ya que consistía en hacer de gramática y diccionario parlantes, con el consiguiente desgaste para mis reflejos. Las consultas más arduas eran las etimológicas, pero al poco, y llevado de la impaciencia y los deseos de agradar, no tuve reparo en ir inventando etimologías delirantes, sobre la marcha y para salir del paso, en la confianza de que ningún alumno ni el colega de turno que me acompañaba tendrían nunca la curiosidad suficiente para comprobar más tarde lo verídico de mis contestaciones. (Y en el caso de que la tuvieran, estaba convencido de que también tendrían la compasión suficiente para no echarme el disparate en cara siguiente día). Así, ante preguntas que se me antojaban tan malintencionadas y absurdas como cuál era el origen de la palabra papirotazo, no tenía inconveniente en ofrecer respuestas todavía más absurdas y peor intencionadas.
continuará...

lunes, 26 de noviembre de 2007

Los libros son...

Los libros son el espejo del alma, sólo se ve en ellos lo que llevamos dentro.

"La sombra del viento" Carlos Ruiz Zafón

¿Que por qué leo? Pues por esto

Dedicado a ese 10% de las encuestas, a los que tenemos el vicio:

"...Pero uno no lee para aprender, ni para saber más, ni para escaparse. Uno lee porque la lectura es un vicio perfectamente compatible con la escasez de medios, con la falta de esa audacia que otros vicios requieren y, más importante todavía, con la absoluta pereza."

Antonio MUÑOZ MOLINA

Ser profesor hoy


Deseo plantear algunas razones por las que merece la pena ser profesor hoy:

Porque es una tarea imprescindible: enunciamos problemas sangrantes de todo tipo. Buscamos soluciones en mil sitios. Y olvidamos frecuentemente la educación como medio supremo. Hacen falta, pues, profesionales capaces de ayudar a las personas a crecer, de enseñarles a convivir, de abrirles el camino del bien y de la verdad. Porque es una tarea difícil (y arriesgada): consiste en trabajar con materiales complejísimos (concepciones, conocimientos, sentimientos, emociones, valores, ideas, creencias, expectativas ... ). Es difícil también porque cada persona es un mundo diferente. Y porque hoy aparecen en la cultura invitaciones potentes a recorrer caminos equivocados. La dificultad se puede vivir como castigo o como reto.


Porque es una tarea enriquecedora para quien la recibe y para quien la realiza. No hablo de dinero (aunque no se debe olvidar esta faceta). Si se pretendiese incentivar la profesión docente sólo con dinero, ¿acudirían a ella los más avaros en lugar de los más generosos? Trabajar con seres humanos encierra una posibilidad enorme de desarrollo personal y social.


Porque es una tarea gratificante: se insiste en los problemas de la profesión, en sus facetas amargas. Se habla menos de sus dimensiones gratificantes, de sus estímulos, incomparables a los que brinda cualquier otra profesión. ¿qué hay semejante a ese alumbramiento en el saber, en la honestidad y en la convivencia que la tarea de educar? ¿qué hay comparable al hecho de ayudar a que las personas sean más inteligentes, más bondadosas, más felices?


Porque es una tarea histórica: los profesores constituyen eslabones silenciosos en la cadena que conduce a la humanidad hacia el progreso y la mejora. ¿Qué hubiera sido del mundo y de la historia sin los maestros? Quienes tienen conocimiento tratan de utilizarlo en su beneficio (y de esconderlo a los competidores). Sin embargo, los profesores forman un grupo humano que tiene por oficio compartir todo lo que saben.



Comparto el hilo argumental de Manuel Rivas en un artículo titulado Amor y odio en las aulas: «La escuela se ha vuelto más conflictiva porque cada vez alberga más tiempo de vida, más complejidad. Es el espacio de la familia y de la relación comunitaria lo que se ha achicado. Para muchos adolescentes, la amistad, y también el odio, tiene por principal y casi única vía la puerta del colegio o del instituto. La conflictividad no es tanto un rechazo como un SOS».



Decía hace unos meses el filósofo Emilio Lledó: «Enseñar es una forma de ganarse la vida pero, sobre todo, es una forma de ganar la vida de los otros». No se gana la vida de los otros metiendo en su cabeza datos y conocimientos inertes sino en soñándoles a pensar y a convivir.« Un excelente maestro es aquel que, enseñando poco, hace nacer en el alumno un deseo grande de aprender», dice Arturo Graf.


Esta es una tarea que, arrastrada como un castigo, resulta insoportable y que, vivida con entusiasmo, resulta apasionante. Para vivirla con entusiasmo hay que tener sobre ella un conocimiento especializado. Hay que amarla. Los alumnos tienen un radar que les permite saber qué profesores se preocupan de verdad por ellos. El título de un reciente libro noruego dice que los alumnos aprenden de aquellos profesores a los que aman.



Miguel A. Santos.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Los dos reyes y los dos laberintos



Cuentan los hombres dignos de fe (pero Alá sabe más) que en los primeros días hubo un rey de las islas de Babilonia que congregó a sus arquitectos y magos y les mandó construir un laberinto tan perplejo y sutil que los varones más prudentes no se aventuraban a entrar, y los que entraban se perdían. Esa obra era un escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres. Con el andar del tiempo vino a su corte un rey de los árabes, y el rey de Babilonia (para hacer burla de la simplicidad de su huésped) lo hizo penetrar en el laberinto, donde vagó afrentado y confundido hasta la declinación de la tarde. Entonces imploró socorro divino y dio con la puerta. Sus labios no profirieron queja ninguna, pero le dijo al rey de Babilonia que él en Arabia tenía otro laberinto y que, si Dios era servido, se lo daría a conocer algún día. Luego regresó a Arabia, juntó a sus capitanes y a sus alcaides y estragó los reinos de Babilonia con tan venturosa fortuna que derribó sus castillos, rompió sus gentes e hizo cautivo al mismo rey. Lo amarró encima de un camello veloz y lo llevó al desierto. Cabalgaron tres días, y le dijo: "¡Oh, rey del tiempo y substancia y cifra del siglo!, en Babilonia me quisiste perder en un laberinto de bronce con muchas escaleras, puertas y muros; ahora el Poderoso ha tenido a bien que te muestre el mío, donde no hay escaleras que subir, ni puertas que forzar, ni fatigosas galerías que recorrer, ni muros que veden el paso." Luego le desató las ligaduras y lo abandonó en la mitad del desierto, donde murió de hambre y de sed. La gloria sea con aquel que no muere.
Jorge Luis Borges

Surrealismo

jueves, 22 de noviembre de 2007

Fe(le)nómenos

La lengua (extranjera) de las mariposas


Lo mejor que me han deparado estos años de trabajo, aparte los ratos de descanso, de no hacer nada, es la satisfacción del propio trabajo en el momento de estar realizándolo. No lo que llamamos el éxito, -que aunque con la contribución del azar y la suma de una serie de casualidades se alcance de vez en cuando, si indudablemente produce alegría, es una alegría muy corta, pasajera, que se olvida fácilemente-, sino el lado misterioso mágico que tiene nuestro oficio, que cuando se alcanza, al sentirse invadido por otra persona que no existe produce un raro pero indudable placer. También pondría en la parte de los bueno la estima -que de manera tan clara percibía- de mis compañeros; y las amistades, los conocimientos, los amores. Y muy especialmente quisiera señalar la inmensa fortuna de haber podido vivir estos cincuenta años de esa manera tan especial de vivir que tenemos los cómicos.

Fernando Fernán-Gómez, El tiempo amarillo.


Profesores de ELE, no somos actores cómicos, pero debemos actuar con alegría nuestros conocimientos para hacerlos comunes. No tendremos éxito y fama pero nuestro oficio tiene ese lado misterioso de saber enseñar, de motivar la vida ajena. La estima es nuestra fuerza y el cariño de los otros y saber que el trabajo bien hecho tiene el sabor dulce de la satisfacción. Y muy especialmente, tenemos la fortuna de poder seguir viviendo con esa forma especial de vivir que tenemos los profesores.


Aún nos queda mucho camino como para desfallecer. Ánimo, gente.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Yo de mayor quiero ser profesor de glíglico...

Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpaso en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentían balpamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

¡Forges, siempre en el clavo!


¡Viva tú y viva yo!¡Vivamos nosotros, porque además de valer pa' to' somos "profes" de español!

"Disembarking at Quebec"

Is it my clothes, my way of walking,
the things I carry in my hand
— a book, a bag with knitting —
the incongruous pink of my shawl

this space cannot hear

or is it my own lack
of conviction which makes
these vistas of desolation,
long hills, the swamps, the barren sand, the glare
of sun on the bone-white
driftlogs, omens of winter,
the moon alien in day-
time a thin refusal

The others leap, shout

Freedom!

The moving water will not show me
my reflection.

The rocks ignore.

I am a word
in a foreign language

- Margaret Atwood.

martes, 13 de noviembre de 2007

Con el mayor de los optimismos.

El Gobierno de Cantabria y el Estado firmarán el próximo mes el protocolo de financiación del proyecto de centro de estudios del español 'Campus Comillas', con el que se "garantiza" la financiación de este centro de estudios para los próximos diez años. Así lo anunció en rueda de prensa el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, al término de su reunión en el Palacio de La Moncloa con el presidente del Gobierno de la nación, José Luis Rodríguez Zapatero.Miguel Ángel Revilla señaló que esta actuación, con las obras en marcha, "entusiasma de la misma manera al presidente de España que al de Cantabria", y recordó que es un proyecto de universidad "para España", que consideró "un tema ventilado". Además, informó de la próxima incorporación de un cuarto miembro al Patronato de la Fundación.Por su parte, la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, que actuó como portavoz del Gobierno, destacó que el compromiso de financiación es "a largo plazo" y se ha materializado también con aportaciones del Estado en los Presupuestos Generales, por lo que aseguró que el futuro del Campus Comillas se puede mirar "con el mayor de los optimismos".

oda al profesor de español

Señor, Mister, Monsieur:

¡Bienvenidos al master de “to be proffeseur”!

Uniremos las lenguas para formar una clase,

y el único que sabrá español, será el servidor.


Intentaré enseñarles mi idioma,

no se rían que esto no es una broma…

Si han venido a aprender,

siéntese ahí que es lo que les enseñaré…


Si lo que quiere el italiano es echarse una novia española,

empezaremos por el “hola”.

Si lo que quiere el francés es tomarse un café,

enséñele primero que aquí se toma de pié.

Si lo que le apetece es vivir en Barcelona,

deberá aprender que está cerca de Tarragona,

y si lo que le apetece es solo aprender,

prepárese que nuestro subjuntivo es más complicado que su “passé composé”…


Tengan ustedes paciencia,

que profesores de español llegarán a ser,

por lo menos en este Master aprenderán lo que no se debe hacer…

-Cris -

Cuento de Cortazar: "Continuidad de los parques"


Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestion de aparcerías volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirian color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restallaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.


Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subio los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oidos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano. la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.

Enseñar quiere decir mostrar....

"Me preocupa que tengan siempre presente que enseñar quiere decir mostrar. Mostrar no es adoctrinar, es dar información pero dando también, enseñando también, el método para entender, analizar, razonar y cuestionar esa información. Si alguno de ustedes es un deficiente mental y cree en verdades reveladas, en dogmas religiosos o en doctrinas políticas sería saludable que se dedicara a predicar en un templo o desde una tribuna. Si por desgracia siguen en esto, traten de dejar las supersticiones en el pasillo, antes de entrar al aula. No obliguen a sus alumnos a estudiar de memoria, eso no sirve. Lo que se impone por la fuerza es rechazado y en poco tiempo se olvida. Ningún chico será mejor persona por saber de memoria el año en que nació Cervantes. Pónganse como meta enseñarles a pensar, que duden, que se hagan preguntas. No los valoren por sus respuestas. Las respuestas no son la verdad, buscan una verdad que siempre será relativa. Las mejores preguntas son las que se vienen repitiendo desde los filósofos griegos. Muchas son ya lugares comunes, pero no pierden vigencia: qué, cómo, dónde, cuándo, por qué. Si en esto admitimos, también, eso de que 'la meta es el camino', como respuesta no nos sirve. Describe la tragedia de la vida, pero no la explica. Hay una misión o un mandato que quiero que cumplan. Es una misión que nadie les ha encomendado, pero que yo espero que ustedes, como maestros, se la impongan a sí mismos: despierten en sus alumnos el dolor de la lucidez. Sin límites. Sin piedad".

del guión de Lugares Comunes (de A.Aristarain)

Novelas Forgianas


lunes, 12 de noviembre de 2007

Fondo y forma

Aquí,
yo sólo veo palabras que me llevan a mi.

Aquí yo sólo veo palabras
que me acercan a tí.

Mensajes de tinta blanca sobre fondo negro.
Cada vez más negro. Letras perdidas en 1976.
Cada vez más cerca.

Solo aquí veo señales, solo voces hay aquí.

Las humanidad son las palabras
nunca escritas en la piedra de Rossetta.

Bienvenida

Esta blog ha surgido como herramienta de comunicación y punto de encuentro entre los masterandos del Master de Español como Lengua Extranjera de la Fundación Campus Comillas.
Su misión es meramente la de servir como nexo de unión entre nosotros y de información acerca de las palabras, el español y su expansión en el mundo.
Este blog pertenece a los alumnos del master y no tiene ningún vínculo legal con la Fundación Campus Comillas.
Esperamos que la información aquí expuesta sea del agrado de los amantes del español.

Sin más dilación, aquí comienza nuestro espacio, vuestra casa.

...la palabra es lo más importante.