martes, 12 de febrero de 2008

La lengua como activo estratégico

Economía del español: una introducción
José Luis García Delgado, José Antonio Alonso y Juan Carlos Jiménez
Editorial Ariel

El español como fuente de valor: bien de un club con más de 450 millones de socios distribuidos en diversos continentes, que reducen costes y generan claras economías de red. Racionalizar económicamente esa intuición, cuantificarla, es el propósito que anima el ambicioso proyecto de investigación, Valor económico del español: una empresa multinacional, del que el libro que aquí se presenta constituye la primera de 10 entregas. Al amparo de la Fundación Telefónica, economistas, estadísticos, sociólogos y filólogos están tratando desde hace más de dos años de hacer las cuentas de la actividad productiva o de intercambio asociada a la utilización del español.
Este primer volumen, de carácter fundamentalmente introductorio y metodológico, trata, en primer lugar, de sentar las bases para la comprensión de la naturaleza económica de la lengua (sus rasgos específicos como recurso económico) y describir los instrumentos adecuados para esa compleja medición, revisando la literatura más relevante al respecto. Y no es poca, a tenor de las múltiples y muy entrelazadas dimensiones que emergen para satisfacer ese propósito de cuantificación. La sistematización conseguida es, sin embargo, una de las virtudes de este libro.
La lengua como favorecedora del intercambio es una de las consecuencias económicas de las externalidades de red que presenta. El análisis de ese aspecto, en conexión con la intensa internacionalización de la empresa española en las dos últimas décadas, es uno de los ámbitos más sugerentes de un trabajo como éste. En mayor medida cuando una parte mayoritaria del stock de inversión extranjera directa de la economía española sigue estando en países con los que se comparte ese activo, un mismo vehículo de comunicación. Una dimensión que no se agota en la facilidad que supone esa relación mercantil entre países, sino en la posibilidad de articular en torno a las mismas posibilidades de fortalecimiento del capital social, para cimentar, en definitiva, la confianza entre distintas naciones. Ello, más allá de la dimensión estrictamente identitaria, no siempre favorecedora de esa vertebración de relaciones eficaces desde una perspectiva económica.
Como no podía ser menos, el libro presta una atención diferenciada al español en la Red, a la relevancia de la denominada "industria cultural" y, desde luego, a la enseñanza del español. Es este último un aspecto que no puede pasarse por alto. Los trabajos de Eulalia Bombarelli, Miguel Carrera y José Gómez Asencio aportarán cuantificación de un sector tan heterogéneo como presuntamente significativo en la generación de ingresos: el Instituto Cervantes ha cifrado en más de 14 millones los estudiantes de español como lengua extranjera en todo el mundo, la segunda detrás del inglés.
Un análisis como el que se pretende en este proyecto de investigación, realizado por expertos españoles, tampoco podría hacer abstracción de la realidad plurilingüística que conforma nuestro Estado. La valoración del bilingüismo, con referencias a los trabajos de Joseph Colomer, Amado Alarcón, Ezequiel Baró y Xavier Cubeles, o a los de mayor proyección internacional como los de Francois Grin y Vaillancourt, contribuyen a valorar esta importante dimensión.
Los autores de este primer volumen, los profesores de Economía Aplicada José Luis García Delgado, José Antonio Alonso y Juan Carlos Jiménez, añaden a esa condición profesional la de destacados cuidadores del idioma en todos sus trabajos. Respetan también y se apoyan en las contribuciones de los pioneros españoles en el estudio de este tema, Juan R. Lodares, Martín Municio, Óscar Berdugo, Joaquim Listerri, Juan Manuel Garrido, Francisco J. Girón, Agustín Cañada, entre otros. Sus contribuciones conforman un repertorio de completas y bien contextualizadas referencias, que alimentan de forma eficaz el interés por conocer más en detalle esas dimensiones económicas del español. Lo hacen de forma articulada y sin excluir a lectores distantes no economistas. ¿Para cuándo la segunda entrega?
Emilio Ontiveros

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