Amin Maalouf, padre del estudio, propone desenvolverse en una lengua más allá de la propia y de las más usuales en la comunicación internacional.
Bruselas. (EFE).- Los europeos deberán aprender en profundidad un tercer idioma además del materno y de los habituales para la comunicación internacional (inglés, francés o español), según recomienda un informe encargado por la Comisión Europea a un grupo de intelectuales con el fin de fomentar el multilingüismo.
Dirigido por el periodista y escritor libanés francófono Amin Maalouf, el trabajo presentado hoy 'Un reto provechoso. Cómo la multiplicidad de lenguas podría contribuir a la consolidación de Europa' servirá de base para la reflexión de las autoridades comunitarias y nacionales en futuras iniciativas legislativas. La idea central del informe es que la UE y sus estados miembros preconicen en sus sistemas educativos una "lengua personal adoptiva", explicó hoy Maalouf en rueda de prensa junto al comisario europeo de Multilingüismo, Leonard Orban. Según este concepto, se animaría a todos y cada uno de los ciudadanos europeos a elegir libremente una lengua distintiva, diferente tanto de su lengua identitaria como de la lengua internacional de comunicación. "Tal como nosotros la concebimos, la lengua personal adoptiva no sería una segunda lengua extranjera, sino más bien una segunda lengua materna", dijo Maaluf, que destacó las ventajas de este esquema para la integración de los inmigrantes. Aprendida en profundidad, hablada y escrita con frecuencia, se acoplaría al trayecto escolar y universitario de todo ciudadano europeo, así como en el currículo profesional de cada uno. Su aprendizaje iría acompañado de una familiarización con los países en los que se hable esta lengua, con la literatura, la cultura, la sociedad y la historia vinculadas a esta lengua y a sus hablantes. El informe recomienda también que las relaciones bilaterales entre los pueblos de la Unión Europea tengan lugar en las lenguas de los implicados, y no en una tercera como el inglés. A juicio del grupo de once expertos, entre ellos el español Jorge Semprún, ninguna lengua estaría condenada a desaparecer ni a quedar reducida a la condición de dialecto local, con lo que sus hablantes, aunque fueran poco numerosos, "no tendrían que sentirse nunca más despreciados, excluidos ni aislados". Preguntado por el encaje particular de los idiomas gallego, vasco y catalán en estas propuestas, Amin Maalouf respondió que "cada país tiene situaciones específicas" y reiteró las ideas ya expuestas. "Preservar todas las lenguas de nuestro patrimonio, incluidas lenguas ancestrales europeas como el latín o el griego antiguo, y favorecer su expansión en el resto del continente, incluso en el caso de las lenguas minoritarias, son aspectos intrínsecos de la idea de una Europa de paz, cultura, universalidad y prosperidad", concluye el informe. Estas iniciativas serán debatidas por primera vez con responsables políticos nacionales en la próxima conferencia interministerial sobre multilingüismo del 15 de febrero en Bruselas, y tendrán una concreción legal el próximo mes de septiembre.
La Vanguardia